miércoles, 25 de diciembre de 2013

Santa Not y los 3 Reyes Malos

Gorro de Santa Clays, corona de Reyes y teléfono
¡Aló! ¡Conéctate en Navidad!

Escuchaba un programa en que algunos niños llamaban a Santa Claus y le decían lo que querían de regalo. Una niña le pedía una pista de carritos para su hermano (¡qué tierna!); mientras otro niño pidió un sistema de "home theatre", un componente y un televisor. ¿Cooooooooooómo que queeeeeeeé?

El "Santa" a todo decía que sí y "jojojó". Me imagino a los padres mentándole a abuela Claus y los güelemil duendes malditos. Pienso luego en la desilusión de esos niños en la mañana de Navidad cuando vean bajo su arbolito NADA de lo que le pidieron al gordo barrigón.

Como suele pasarme ante tales injusticias, se me ocurrió una tremenda idea para la próxima Navidad: "La línea caliente de Santa Not y los 3 Reyes Malos". En esta, la misión principal de los personajes será convencer a los niños de que no les regalarán lo que piden. Para lograrlo, hay muchísimas rutas. Por mencionar algunas:

  1. Niño malo: por medio de un riguroso interrogatorio sobre su conducta escolar, en la casa y en cualquier entorno social, se convencerá al niño de que en realidad no se ha portado tan bien y que si recibe una "trapo 'e bola" será más que suficiente.
  2. Niños con más necesidades: se le explicará al solicitante que hay niños con necesidades REALES como comida, ropa, zapatos y medicinas; y se le convencerá de que un aiPad no se come.
  3. Situación económica del país: si no funcionan las técnicas anteriores, se recurrirá a las noticias locales para demostrar que ya ni los abuelos jubilados podrán tener buenos regalos porque les han recortado las pensiones y aumentado los medicamentos. El niño podrá determinar que pedirá solo dinero para empezar a meter dentro del colchón.

Me parece que tendré mucho éxito con mi línea de Santa Not y los 3 Reyes Malos. Comenzaré a entrevistar candidatos en octubre.

Espero que puedan celebrar con alegría el verdadero sentido de la Navidad, y que el mejor regalo que reciban sus hijos sean los dones que solo Jesús puede dar.

 

jueves, 17 de octubre de 2013

Sentimientos en el aire

Avión de papel y corazón
Vuelan alto los sentimientos.

Me encantan los aeropuertos. Podría pasar el día sentada en sus pasillos sin ir a parte alguna, solo observando a los que llegan y a los que se van. (¡Claro, no por muchos días porque me enviarían a Seguridad!)

Tanto en las Salidas como en las Llegadas hay una mezcla agridulce de sentimientos. La familia que se separa por trabajo o estudios, la que se va de vacaciones, la que se muda, la que estaba de visita; los que regresan de vacaciones o de estudiar, los que vienen de visita, o los que vienen a vacacionar. Me imagino las historias que encierran cada abrazo, cada beso, cada apretón y cada lágrima. Los amantes que se reúnen, los hijos que se separan, los padres que se van, los hermanos que regresan. Los que llegan por una muerte en la familia o irán a una fiesta familiar (que algunas veces será una y la misma).

Pues unos días en el hospital resultan muy similares a estar en el aeropuerto. Llegan personas tristes por la enfermedad, o alegres por un parto, o preocupadas por un diagnóstico. En el área de los recién nacidos están los padres felices por sus nuevos bebés, y los padres abrumados porque sus criaturas están en Intensivo. Están los familiares gozosos por la mejoría de su ser querido, y los deprimidos por las complicaciones de su enfermedad.

Y alrededor de esta oleada de sentires y pesares hay un grupo de personas que trabaja como abejas en atender a estos semejantes. ¿Estarán conscientes del flujo constante de sentimientos, energías, y amores que se quedan en el aire? Parece que algunos sí. Los podemos ver sin mucho esfuerzo. Son esos empleados que se mueven en un aura de alegría porque aman su trabajo y viven para servir. Es la que empuja el sillón de ruedas por el aeropuerto a las millas para que tu mamá llegue a tiempo a su terminal después de que la llevó a comprar almuerzo y la coló en la fila. Es el enfermero que no espera a que lo llames con el timbre, y se asoma a la habitación solo para preguntar si estás bien. Es el maletero que espera pacientemente a que acabes de abrazar a tu familia antes de que le indiques donde dejar las maletas. Es la doctora que te echa una bendición cuando entra a atenderte y te deja con Dios cuando sale.

Mientras tanto, pesco esa buena carga que se queda en el aire y me inspira.

Me encantan los aeropuertos... y los hospitales...

 

martes, 13 de agosto de 2013

Todos no somos iguales

Cuadrado anaranjado feliz entre muchos círculos iguales.
¡Que viva la diferencia!

No hay nada más extrañamente satisfactorio que estar en un grupo "homogéneo" y sentirte que no te pareces a nadie.

Entre cinco hermanas con las mismas caras y no te pareces a ninguna. En el grupo de los nerds, pero con problemas de conducta. Entre maestros y pareces estudiante. Entre estudiantes y pareces maestro. Entre niños y pareces extraterrestre.

¡Bienvenido a mi mundo! Ese constante andar sobre una cuerda floja que te hace tambalear porque sientes que nunca estás con los de tu misma especie.

Es bueno ser diferente, y más cuando no lo finges; sino que eres espontáneamente absurdo.

Cuando somos niños y jóvenes queremos que nos vean como los demás, uno más del montón. Pero llega el día que caes en la cuenta de que no eres así. Eres extremadamente sincero, o tienes un humor muy negro, o conoces datos inimaginables, o eres infinitamente paciente, o prendes de medio maniguetazo, o no comprendes el lenguaje figurado... En fin, no eres igual a los demás.

El mundo sería un lugar monótono si todos pensáramos de modo uniforme, si todos tuviéramos habilidad para dibujar, si todos fuéramos altos, si todos corriéramos rápido, o si todos cantáramos en soprano.

De eso se trata la vida, de convivir con gente distinta y poder llevarnos bien. No opinamos de la misma manera, pero respetamos lo que crea cada cual. Es así como desarrollamos el arte de comunicarnos que es la manera más primitiva de socializar y crear lazos. No se trata de buscar las diferencias, sino de aceptarlas y abrazarlas como parte de lo que nos hace humanos. Es difícil, porque CREEMOS que queremos que los demás sean como nosotros.

Vamos a complicarnos, que si no, nos aburrimos. Amemos la diversidad.

 

sábado, 29 de junio de 2013

Nos acaban de asaltar

¡Qué agonía! ¡Cuánta impotencia! ¡Qué desesperanza!

Estábamos frente a nuestro hogar jugando con la perra, cuando aparecieron estos dos mozalbetes armados con pistolas. Anunciaron el asalto y fueron sobre mi esposo a quitarle las prendas (porque yo ando sin nada). Lo encañonaron y amenazaron con matar la perra si se les acercaba. Yo aguantaba a la perra mientras halaba los mantos de todos los santos en el Cielo. Y entonces, lo peor...

–¿Hay alguien más dentro de la casa?

–¡Los nenes, por favor...!

El Señor (el que está en el Cielo) me perdonó la vida, porque si entraban no sé que hubiera hecho. Lo pensaron dos segundos, se fueron corriendo y ahí acabó todo. Querella, policías, llamar a los vecinos, encerrarme en la casa, aguantar la rabia, asomarme por las ventanas, llorar a moco tendido, escribir... Un marasmo de sentimientos entrelazados, similares y contrarios.

En una ocasión dije que vivimos en un país en guerra, y que tenemos que estar dispuestos a pagar el precio. ¡Pero qué difícil es cuando se tiene hijos! Solo pensar que les pudieran hacer algo, me paralizó. No se puede ir a la guerra cargando los hijos en la mochila. En eso los soldados nos aventajan: pueden matar o morir solos, manteniendo a sus hijos seguros.

Si hubiera estado sola a lo mejor no me importaba y me cogía el tiro nada más lanzándole par de insultos y gritando como una loca, o utilizando alguna de las llaves que aprendí con Hiromi Tomita (The Master). Mi esposo también tiene un plan para cuando esté solo. ¡Como fuera, pero luchando!

Mientras tanto, esta noche me han salido cinco nuevas arrugas. Sé que no dormiré en varias semanas y que miraré a todos con sospecha. Buscaré casas para mudarnos. Y se me pasará. Haremos algún arreglo que nos de la ilusión de seguridad y en par de meses volveremos a sentarnos afuera, a jugar con la perra y a darnos unas cervezas. ¡Lo normal en el Macondo nuestro de cada día! Me niego a vivir con miedo.

A mis hijos los despido cada mañana con un beso y un gran abrazo porque no sabemos si nos volveremos a ver. Ese es el mundo que vivimos y estamos claros.

*Aunque escribí estas líneas inmediatamente que ocurrió el incidente, por razones obvias lo publico después en lo que se entera la familia, no sea que los vaya a matar yo de un susto.*

Familia rodeada de pistolas
Una gota en un inmenso mar

 

martes, 25 de junio de 2013

El riesgo de arriesgarse

Leía en las advertencias del empaque de tampones:

"Toxic Shock Syndrome" para minimizar el riesgo de padecer el síndrome se recomienda "no usar tampones".

Al principio me pareció una advertencia malcriada, como quien dice: si no quieres pelarte las rodillas, pues no corras bicicleta. Sin embargo, luego de pensarlo un rato, tuve una epifanía. ¡Pero qué genialidad! ¿Cómo no se me ocurrió?

Ahora que padezco de problemas estomacales, y siguiendo este sabio consejo, dejaré de comer para que la comida no me caiga mal. Y de una vez, me encerraré en mi casa para evitar gastar gasolina o exponerme a un tiroteo en el expreso. También creo que voy a dejar de querer a mis hijos para no extrañarlos cuando se vayan de casa. ¡Viviré una larga vida libre de riesgos gracias a la total inercia!

¡De cuántas cosas tendríamos que cohibirnos si pensáramos siempre en la posibilidad de una desgracia! La vida consiste en tomarse riesgos, disfrutarlos y aprender de ellos. No hay otra manera de vivirla. Incluso quien decide dedicar su existencia a la meditación o alejado de lo "mundano" se arriesga en cada decisión que toma, en cada palabra que pronuncia, en cada pensamiento que escribe, en cada revelación que recibe. No hay escapatoria. Ahí tenemos que hacer como un niño que aprende a caminar: se cae y vuelve a levantarse para continuar, porque si no lo hace no podrá correr cuando mamá lo persiga para quitarle la crayola con la que pintó la pared.

Todo en la vida tiene consecuencias o efectos secundarios. No se puede vivir evitándolos, sino conociéndolos. Es cuestión de leer las instrucciones, como con los medicamentos, y esperar que la experiencia siempre nos ayude a mejorar.

Persona compra taquilla para montaña rusa
¡Me monto en esta vida!

 

jueves, 30 de mayo de 2013

La cosa...¿está mala?

A veces una se cansa de escuchar de "lo mala que está la cosa" y, aunque no quiera, se deja arrastrar por esa negatividad y desesperanza. De repente las malas noticias se ven más cercanas, las voces de quienes claman justicia se escuchan más fuerte, y parece que un muro se levanta frente a nosotros a cada paso que damos. Nos sentimos ahogados. Buscamos salir a flote cuando ya no nos queda aire.

Pero en medio de esa desazón que nos nubla la vista, surgen destellos de los lugares más simples e inesperados.

Mientras unos se quejan por que la comida está cada vez más cara y el cheque no da para pagar todo; otros comparten lo poco que tienen. A lo mejor después se quedan cortos, quién sabe, pero esas pequeñas satisfacciones los llenan más.

Y así se baja esta señora de la guagua pública, en las zuelas de sus zapatos súper cómodos lleva la huella de las calles y callejones andados y desandados, colgado del hombro luce un gran bolso de plástico en donde tiene, entre otras cosas, un paquete de arroz. Según va andando, suelta un puñado de arroz para las palomas. Las observa un rato, sonríe satisfecha y sigue su camino. Más adelante, vuelve a soltar otro puñado y repite su pequeña alegría.

Y entonces me sacudo la telaraña de los ojos y me doy cuenta de que la cosa no está tan mala na'.

Dibujo mujer alimentando palomas

 

lunes, 8 de abril de 2013

Santo remedio

¿Cuántos recuerdan haberle dado par de cantazos al televisor para que se arreglara la señal? Hay soluciones que no pasan de moda, no importa la tecnología que uses.

Recientemente estuve una semana con la bocina de mi teléfono fuera de servicio. No sonaban los timbres, ni los avisos, ni la radio...una pesadilla. Esa semana estuve con el teléfono frente a la cara constantemente para verlo cuando entrara una llamada.

Gracias a las palabras de mi sobrino, su gran lógica y conocimiento sobre la tecnología moderna, di con la solución.

SOBRINO: Tití, abre el teléfono y pásale el "blower" frío.

YO: ¡Pero si no se ha mojado!

SOBRINO: Yo lo sé, pero fue lo que hice con el mío y salió funcionando.

YO: Pero eso no tiene ningún sentido.

SOBRINO: Así es la tecnología.

Obviamente, no le creí. ¡Era una locura que iba en contra de todo raciocinio sobre las posibles razones de la mutez de mi querido teléfono!

Dos días después, y lista para acudir a la tienda a embrollarme con otro teléfono nuevo, decidí agotar mi último recurso, la locura total... Le quité la armadura al teléfono y soplé por los rotitos de la bocina.

¡MILAGRO, MILAGRO, MILAAAAAAAAGGROOOOOO! (Y una lagrimita que me brotó por una esquinita del ojo izquierdo) La bocina salió funcionando como si nada.

No me pregunten, pregúntenle al sobrino a quien le espera una brillante carrera en la tecnología; porque logró captar lo incomprensible de la modernidad, ese silogismo claro que se le presenta dentro del caos y el marasmo.

Lo que sé es que ahora aplicamos ese simple razonamiento para todo. ¿Se dañó el motorcito de la barredora? Pues la pieza fue cuidadosamente desarmada y, después de un buen soplo, ya barre de lo más bien.

Ahora hay que bregar con un fallito que tiene la guagua, así que se desarmará el motor y la transmisión... ¡Y a soplar se ha dicho!

¿Qué remedios extraños has encontrado para tus problemas?

Hombre junto a máquina de aire comprimido.
¡Me voy a hacer millonaria!

 

sábado, 16 de marzo de 2013

No quiero más dramas

Uno persigue con una aspiradora de alegrías a otro que huye despavorido!
¡Nooooo me chupes las alegrías!

"No quiero más dramas en mi vida, solo comedias..." Así comienza la nueva canción de Fangoria, Dramas y comedias y la he adoptado como himno personal ante la "gente bajona".

No puedo entender cómo hay personas que, teniendo tanto, no encuentran la felicidad; cuando hay otras que, teniendo menos y más dificultades, irradian felicidad hasta por los poros.

¿Sabes de lo que te hablo? De esa persona que lo único que hace es quejarse por todo, por nada y por si acaso...TODO el tiempo. Como diría papi: "No come ni deja comer; no duerme ni deja dormir." Nada bueno pasa en su vida, cualquier evento es negativo. Su percepción de la vida es un eterno túnel directo al mismísimo infierno y, si hay una luz al final, seguro que es un tren. Su vida es un drama continuo de intrigas y complots en su contra. Si vivieran su propio infierno personal contenido, menos mal; pero lo malo es que quieren contagiar su insatisfacción a quienes le rodean.

Todos conocemos por lo menos a una "gente bajona", y eso es más que suficiente para chuparle las alegrías a cualquiera. No podemos permitir que nos contagien con su negatividad, porque sino, ¿qué nos queda? Sí, necesitan nuestra ayuda y comprensión, pero sin violentar nuestro espíritu y forma de ver la vida. A veces una quisiera tener el poder de contagiar alegría aunque los demás no quieran; pero es muy arduo cuando el otro tiene una coraza impenetrable y piensa que está bien, y es el resto del mundo el que está mal.

A esa persona le digo que no quiero sus dramas en mi vida. El mundo es ya difícil como está, para añadirle problemas sin fundamento ni razón de ser. Quiero de la gente soluciones, energía y alegría para vivir y seguir adelante. Esta vida es un suspiro y hay que buscar ser el mejor ser humano que podamos ser con lo que se nos ha dado. El mundo no es un lugar individual, el mundo es grandiosamente grande y hay que verse dentro de esa perspectiva.

No prestemos oídos a las pequeñeces que intentan ahogarnos con agobios de cada cinco minutos. Veamos el cuadro completo, la belleza de la vida que siempre lleva un par de lágrimas para limpiarnos los ojos y despejarnos los pulmones. Así veremos con claridad el cuadro completo de LA vida.

¿Cómo lidias tú con la "gente bajona"?

 

domingo, 3 de marzo de 2013

Por qué veo las malas noticias

Periódico con malas noticias
Malas y peores noticias

Recuerdo que un profesor nos dijo una vez: "El día que usted no sea capaz de compadecerse ante la noticia de una desgracia que ocurra en el otro lado del mundo, dése de baja, usted ha perdido su Humanidad." Creo que fue lo único que aprendí en esa clase de Teoría de la Administración.

Hay personas que sólo quieren ver buenas noticias; las malas noticias, ni las ven. Escuché uno que dijo que no lee las noticias de Irak porque siempre es lo mismo: coches bombas y atentados. ¡Qué dolor de Espíritu sufrí!

¡Claro que quisiéramos que solo pasaran cosas buenas! A nadie le gusta que le cuenten nada más que lo malo que pasa en el mundo. Pero ahí está. Es donde vivimos. No hemos logrado la paz, armonía y justicia que quisiéramos. Y tenemos que ser testigos de lo que pasa alrededor nuestro. No podemos estar indolentes al espanto de cada nuevo abuso y asesinato.

¿Y para qué? Para que tengamos conciencia de que hay otros hermanos que sufren por nuestros lujos; como en África y su guerra por el mineral (coltan) con el que hacen nuestros "smart(¿?)phones". Para que veamos que hay lugares donde no se conoce la palabra justicia; como en Afganistán donde una mujer se tiene que casar con su violador para evitar la vergüenza a la familia. Para que sepamos que los cinco pesos que donamos por lo del terremoto en Haití no fueron suficientes y todavía hay gran necesidad. Para que cojamos oreja de que nuestra islita del espanto pronto podría convertirse en el México de nuestras pesadillas, donde el narcotráfico es el jefe y gobierno de los que allí sobreviven.

No podemos enajenarnos del mundo por querer vivir en uno mejor, porque no existe. Es como el matrimonio: en las buenas y en las malas, y hasta que la muerte nos separe.

Actualicémonos sobre lo que pasa en nuestro mundo y en nuestro mundillo. Los que creemos en el poder de la oración, pongámoslo de manifiesto. Salgamos un poco de nuestra zona cómoda y demos la mano en lo pequeño para lograr así grandes cambios. Eduquemos al niño y escuchemos al anciano; escuchemos al niño y eduquemos al anciano. Todos podemos hacer algo para que las malas noticias se conviertan en buenas noticias.

¿Qué puedes hacer tú? (Que no sea pedirle al gobierno que haga algo, por favor ;)

 

sábado, 9 de febrero de 2013

Nuevo movimiento social #TodosSomosLunes

En conferencia de prensa celebrada ayer, los siete días de la semana decidieron unirse en las redes sociales para crear el movimiento #todossomoslunes. Viernes, el aparente día más querido expresó "todos dicen que están locos porque yo llegue, pero la verdad es que soy sólo la antesala de Sábado, porque los viernes también se trabaja y se va a la escuela. Es una gran hipocresía, me siento utilizado, nadie nos aprecia realmente." Luego de esto estalló en llanto.

Calendario de un mes cuyos días son todos lunes
Lunes hoy, y mañana también.

Domingo explicó a los asistentes que el grupo está cansado de ver cómo los menosprecian en las redes sociales. "Conmigo empiezan a postear lo mucho que sufren porque ya viene Lunes, y no me disfrutan como pudieran. Es todo una gran angustia porque se acabó el fin de semana y no se dan cuenta del tiempo que perdieron en sufrir en lugar de aprovecharlo al máximo."

Miércoles fue parco en sus expresiones: "A mí me dicen 'el ombligo de la semana'. ¿A quién le gusta que lo comparen con un roto que se llena de mugre si no lo limpian todos los días? ¡Es denigrante!"

Jueves levantó varios puntos que provocaron conmoción en la audiencia: "Es cuestión de perspectiva. Para quien trabaja, por ejemplo, en un restaurante, yo soy Lunes. Para quien trabaja en un salón de belleza, Martes lo es. Entonces, todos somos Lunes. ¿Cuál es el odio?" A lo que Martes añadió: "Somos simples organizadores de un tiempo cíclico; fuimos inventados por quienes ahora nos persiguen y hostigan."

Sábado se limitó a indicar: "Me siento como mis compañeros. Somos víctimas de "cyber-bullying" y todos los demás maltratos verbales posibles. No me atrevo a salir a la calle. Siento el desprecio de las amas de casa que me dejan para las tareas domésticas."

Por último, Lunes cerró la conferencia con fuertes expresiones dirigidas a la Humanidad. "No veo las razones para tanta repulsión. Todo en la vida tiene un nacimiento, un comienzo, y la gente me asocia con el comienzo de su semana laboral y de estudios. ¿Pero es que nadie ama su trabajo? ¿Nadie quiere recibir la luz del conocimiento? ¿Nadie quiere servir a sus semejantes y ganarse el pan con el sudor de su frente? ¿Es que todos los días son una maldición? ¿Lo único importante es el final, el cierre? Pues sería bueno que evaluaran sus propias vidas y vean cómo las han llevado de manera que tengan un gran cierre, un final espectacular, digno de compartirlo con amigos y seres queridos. A ver qué tal les va."

 

miércoles, 23 de enero de 2013

Adivina la medicina

Los canales de televisión pierden tanto tiempo buscando programas que enganchen a la gente. Pues aquí les tengo una propuesta, gratis para quien se atreva.

El programa se llamará "Adivina la medicina", y será transmitido en horario diurno por televisión y por radio (creo que ahora todos los canales tienen su emisora de radio ¿no?). Las mejores horas serían entre ocho y once de la mañana, que es el horario en que nuestro público objetivo está más expuesto a la televisión y a la radio ya sea en las oficinas médicas o en sus hogares.

  • Público: Dirigido mayormente a personas retiradas y en salas de espera en oficinas médicas.
  • Juego: Habrá dos concursantes con un timbre cada uno. El animador comenzará a mencionar las caracterísricas de un medicamento: se obtiene con receta o sin receta, se usa para tratar tales síntomas, tiene tales efectos secundarios, se toma tantas veces al día, no la puedes beber si eres alérgico a tal cosa, se toma con estómago lleno o antes de comer, el nombre genérico es TalCual, y así por el estilo. El primer concursante en adivinar el medicamento gana los puntos. Al final, el que tenga más puntos, gana.
  • Premios: suplido de medicinas de mantenimiento por el resto de año, una vez alcance el tope del que le da su plan médico
  • Beneficios: Hoy día tenemos a nuestros ciudadanos de la tercera, cuarta y quinta edad viendo juicios de casos montados con jueces y consejeros de pacotilla...es como tener a un niño pegado a la lucha libre y creyendo que todo lo que pasa es cierto. También los tenemos pegados a las noticias, como si ya no tuvieran suficiente miedo a salir a la calle o a contestar el teléfono. Con este programa les damos una herramienta para mantener la mente activa sobre temas que conocen ampliamente.
  • Auspiciadores: planes médicos, geriatras, cardiólogos, hospitales, farmacéuticas, la gente esa que te lleva a la cita (ya veo fluir el casssshhhhhh).

¿No te parece una fantástica idea? ¿Qué se me queda? ¿Qué otros premios se pueden añadir para el ganador y para el casi ganador? ¿Quién crees que pueda animar este programa?

 

sábado, 19 de enero de 2013

De hijos ejemplares y otros mitos

"¿Soy yo, o es que ahora todos los niños que nacen son superdotados y no dan problemas?", me pregunta mi amiga que no tiene hijos. "Porque yo veo los estatus de Feisbuk y hablo con mis amistades, y to' el mundo tiene hijos ejemplares, estudiosos, respetuosos, cooperadores... ¿O es que yo fui la única hija 'e %#}^*?"

Me río y le explico que no, que muchos también tenemos hijos del montón. No te fíes de todo lo que ves en las redes. Obviamente, cuando los retoños son exitosos en algo, los padres nos hinchamos de orgullo y muchos se rinden a la tentación de gritarlo a los cuatro vientos. Personalmente, tengo absolutamente prohibido (por mis hijos) publicar ese tipo de información que los hace pasar vergüenzas.

Sin embargo, cuando esos mismos chicos hacen sus trastadas de adolecencia (se ponen contestones, aborrecidos, odian el mundo, no quieren que los vean con sus padres, no te quieren besar en público, ni que seas amigo de sus amigos en las redes) otro es el cantar. No es que ahora todos los hijos son úberinteligentes o los de mejores modales en la historia de la Humanidad, es simplemente que las cosas buenas se publican más que las normales o comunes.

Por otro lado, le explico a mi amiga que quienes no se lleven las medallas y los premios no es señal de que serán mediocres o poco exitosos en el futuro. Por ejemplo:

  • Cuando pequeño, tuvo problemas del habla y sus padres temían que tuviera algún retraso mental. Repetía las oraciones en voz baja hasta que lograba completarlas y luego las decía con dificultad…Albert Einstein.
  • Su maestra de biología envió una nota a sus padres que más o menos leía: "... creo que tiene ideas de convertirse en científico; según lo que ha demostrado al presente, la idea es bastante ridícula. Si no puede aprender hechos biológicos simples, no tendrá oportunidad alguna de hacer el trabajo de un especialista y sería una pérdida de tiempo para él y para sus maestros”… sobre John B. Gurdon, premio Nobel en medicina por su trabajo sobre células madre.
  • Su maestra de primaria envió una nota a sus padres: “Está en problemas constantemente con todos, y siempre está en líos…no sé qué hacer con él”… sobre Winston Churchill.
  • Abandonaron sus estudios…Julie Andrews, Bill Gates, Steve Jobs y Kobe Bryant.
  • El chico es mudo y autista…Stephen Wiltshire.
  • Disléxicos…Tom Cruise, Whoopie Goldberg.
Albert Einstein (en Text Draw)

¡Cuántos más conocemos! ¡Aquellos que en la escuela eran los más marrrrrrrditos, los que no salían de la oficina de la principal, los que repitieron todos los veranos...y hoy día son personas exitosas!

Nos sentimos orgullosos de todos, porque son nuestros hijos y porque hemos puesto lo mejor de nosotros para que sean hombres y mujeres de bien.

Así que no, amiga, no todos los hijos son superdotados ni excelentísimos, pero lo serán.

 

viernes, 11 de enero de 2013

iLzheimer o El día que perdí la libreta

Se van volando las páginas poco a poco.

Había una vez en que guardaba en mi cartera una libretita (de Mickey Mouse) donde anotaba mis ideas para no olvidarlas. Luego cuando me sentaba a escribir, escogía la que más me apelara al momento y voilá.

Pues con toda esta nueva tecnología que tanto me encanta, instalé esta súper aplicación para hacer anotaciones en mi teléfono, y así no tendría que cargar la libretita y el bolígrafo. Un buen día, la aplicación se antojó de hacer una actualización y ¡zas! por ahí se fueron todas mis ideas (y las indicaciones para llegar a casa de mi amiga Norma).

¡Horror! ¡No recuerdo la mitad de los temas que tenía allí anotados! Perdí tanto tiempo tratando de recordarlos que mejor decidí poner otra libretita en la cartera y empezar de nuevo.

Entonces pienso en lo que se ha convertido la tecnología para nosotros. Vaciamos nuestras vidas y memorias en ella, y cuando no la tenemos, nos volvemos un ocho. Ya nadie tiene un álbum con fotos reales (sino virtuales), no escribimos tarjetas de felicitación para enviar por correo, no sabemos lavar ropa a mano y mucho menos tenderla en un cordel, no nos sabemos ni un solo número de teléfono, los chicos ya no saben jugar baloncesto con una bola y un canasto de verdad...

Si seguimos a este ritmo, llegará el momento en que la guagüita de la tecnología irá muy rápido y muy alante, y los pasajeros quedaremos rezagados poco a poco. El "deterioro" mental de quien no podrá ir a velocidades 8G se conocerá como iLzheimer 2.0.

Síntomas:

  1. Para dar tu número telefónico tienes que llamar a la persona para que lo guarde en su memoria porque no te lo sabes (y tienes que rogar porque la otra persona no tenga también el síntoma porque, si no, nunca podrán intercambiar números).
  2. Si el microondas se daña, dejas de tomar café porque no tienes cómo calentar la leche.
  3. Si se va la luz por más de 4 horas (más o menos lo que te dura la carga del celular) tienes la sensación de que lo próximo es el fin del mundo.
  4. Si se te daña el GPS, no puedes llegar a ninguna parte porque ya no sabes cuál pueblo le sigue a cuál, no sabes leer los rótulos de la carretera (partiendo de la premisa de que estén visibles), y olvidaste cómo bajar la ventanilla para preguntar.
  5. Ya no tomas fotos para un álbum familiar, sino que obtienes "evidencias" de los lugares y las personas que visitaste para luego acordarte de lo que hiciste.
  6. Le programas 5 alarmas a tu reloj y no te acuerdas qué pastilla te toca con cada cual.
  7. Eres totalmente incapaz de hacer un simple cálculo mental para saber cuánto te costará una mano de guineos (partiendo de la premisa de que NO te colgaste en matemática en la elemental).

¿Ya has experimentado algún síntoma? ¿Tienes otros? Ayuda a un futuro paciente de iLzheimer 2.0 y compártelos. Estamos a tiempo para encontrar una cura (a lo mejor en Wikipedia). ;)

 

jueves, 3 de enero de 2013

¿Para toda la vida? ¿En serio?

Sí, te acepto TAL CUAL ERES.
En estos días que tantas amistades se han propuesto matrimonio, unas se han casado, otras han celebrado sus aniversarios, y algunas buscan aún su media naranja, revisité aquella tarjeta que le escribí a mi amigo del alma cuando se fue a casar. Aquí se las comparto desde mis poquísimas experiencias, pero muchísimos buenos deseos.

No importa las creencias que tengas y practiques en tu vida, el matrimonio es un contrato de cooperación para lograr un bien común. Si te quedas en lo pequeño, lo verás como cooperar entre los contrayentes para formar una buena familia; pero cuando lo ves proyectado hacia fuera, es una cosa demasiado grande para explicarla dentro de las limitaciones del idioma terrenal.

De repente piensas que es bien fácil, que el amor es capaz de sacarte adelante en todo, que eres capaz de soportar cualquier cosa en nombre del amor. Pues no. Eso de que "abandonarán a su padre y a su madre" y todo lo que eso implica, es embuste. Resulta que cuando te casas, se casan dos mundos distintos; y experimentarás una millonésima parte de lo que siente Dios cuando comparas tu supervivencia familiar diaria con los constantes esfuerzos de Nuestro Padre Celestial por que nos llevemos bien en un mundo que Él ha hecho perfecto.

Bueno, pues ahora comienza otra etapa de tu misión en esta tierra en pos de la humanidad. ¿Eres capaz de superarte a ti mismo para complementarte con otro ser distinto a ti? ¿Tienes la fortaleza y madurez espiritual para aceptar a tu pareja TAL CUAL ES, así como ella te aceptará TAL CUAL ERES? ¿Has entendido e internalizado que el matrimonio es realmente la unión de dos seres (en mente y en espíritu también) para hacerse uno solo? ¿Comprendes que esta persona a la que hoy te unes es justo el complemento que necesitas para crecer y evolucionar espiritualmente, aunque no lo parezca a veces?

Pues cuando dudes de estas verdades, busca un lugar tranquilo, medita, observa y acepta la sabiduría de Dios en tu matrimonio. Admite que no siempre tienes razón; que si la verdad es relativa, realmente es una opinión; y que tu opinión no siempre va a atraer adeptos. Que cuando tu forma de pensar es distinta a la de tu pareja, es para que ejercites el entendimiento, la tolerancia y la paciencia. Que todos tienen distintas maneras de llegar al mismo lugar, a diferentes velocidades, pero con el mismo grado de satisfacción. Que los gustos de las personas son diferentes para que cada cual pueda experimentar algo distinto a lo que ya está harto de conocer (aunque después no te guste de todas formas, pero lo viviste).

Tu vida matrimonial es un “toma y dame”; pero no como en el boxeo. Es, en su lugar, un constante regalarte a ti mismo y tomar lo mejor del otro (lo mejor no es siempre lo bueno, hay cosas “malas” que necesitamos incorporar a nuestras vidas para crecer, como las medicinas).

Verás cómo tu vida evoluciona poco a poco y se transforma en otra vida que no conoces, y no recuerdas cuándo dejó de ser como era; porque, en realidad, ya no importa.

Como dijo nuestro buen Jesús: “el que tenga oídos, que oiga”.