miércoles, 23 de mayo de 2012

¿Por qué tanto morbo en las noticias?


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Hace 12 años asesinaron a un amigo a orillas de la carretera mientras ayudaba a un compañero con su vehículo averiado. No fue un accidente, el asesino se detuvo a asaltarlos y le hizo varios disparos. ¿Cómo se enteró su esposa? Mientras preparaba la cena y cuidaba a su hijo, encendió el televisor en las noticias de la tarde. Noticia de última hora, un chofer de tal vehículo fue asesinado... ¿El visual? Un tiro del hombre, de la cintura para abajo con las botas, la correa y el reloj con los que le vio salir en la mañana, junto a su distintivo vehículo de trabajo...
No hace falta contar nada más.
¿En qué piensan los directivos de noticias cuando aceptan estas imágenes como la cara de sus informaciones?
Se acabó aquella privacidad y sentimiento humano que se tenía cuando se enviaba a un oficial a los familiares para notificar sobre la desgracia. Ahora todo es público y la gente tiene "derecho" a recibir la información en el momento sin importar dónde están, ni qué hacen, ni cómo reaccionarán los seres queridos de una víctima. No importa que sea un conocido criminal o un desconocido padre de familia. Lo importante es el "ángulo" de la historia.
Pues les diré que ese ángulo es obtuso por completo, irracional e inhumano en cualquier liga. 
Habrá quien diga que eso es lo que al público le gusta; mientras habrá quien diga que lo ve porque es lo que ofrecen todos los medios. Y volvemos al juego de quién llegó primero: el huevo o la gallina. Óigame, independientemente de que ahora a la gente le guste ver vísceras desparramadas (cosa que pongo en tela de juicio), antes no se exhibían esas imágenes y no hacían falta para saber que mataron a Elena y se la llevaron pa'l hospital. Igual que tampoco se decían malas palabras en la televisión ni en la radio. ¿Quién recuerda cuando comenzó la clasificación de los programas televisivos? Los noticiarios alrededor del mundo fueron excluidos de dichas clasificaciones (al igual que los deportes) y creo que es hora de reevaluar esta acción. 
El que quiera ver muertos, tripas, y sesos; que se alquile una peli con esos elementos; pero no me obliguen a verlos cuando me quiero enterar de las noticias del día. Parece que es que los muertos son tantos, que los editores piensan que con enseñar la manera en que quedó este, en comparación con el otro, nos espantaremos en mayor o menor grado. Hellooo!!! Si después de tantos asesinatos lo que se me queda en la mente es el record de muertos que llevamos hasta la fecha, y eso es suficiente para espantar al cuco.
Creo firmemente que el exceso de visuales morbosos en los medios ha contribuido en gran medida a la insensibilización, principalmente, de nuestros jóvenes. Si miro la definición de "sensibilidad" en nuestra Real Academia, me dice que es la "propensión natural del hombre a dejarse llevar de los afectos de compasión, humanidad y ternura". ¿Nos queda acaso algo de eso?
Tan tan, desde mi polo sur.

miércoles, 16 de mayo de 2012

¡Qué bueno es cuando nos tratan bien!

¡Qué bueno es cuando, teniendo mil problemas en tu mente, haces tres "boberías" que te hacen sentir súper bien!

Tenía mil problemas pululando por un primer lugar en mi mente, la verdad es que me sentía, literalmente, que desfallecía. De repente, me han caído mil complicaciones encima, como dicen en buen español: "when it rains, it pours". Así que decidí empezar a resolverlos todos a la vez, pero paso a paso.

Fui a recoger un documento en un lugar donde, para llegar, primero, me perdí. Pero todas las personas que encontré en "la perdida" fueron tan tremendamente amables y dispuestas a ayudar que, cuando llegué a mi destino, me sentía muy tranquila y feliz. Así que pude explicarle mi situación a la persona (quien ya me había atendido muy cortésmente por teléfono). La empleada fue muy atenta y servicial y, en tres minutos, ya me había atendido y despachado con lo que yo necesitaba y "que tenga un bonito día".

¡Qué cosa tan maravillosa! Media hora perdida por las calles y tres minutos de atención cambiaron mi día a mejor.¡Qué importante es recibir un buen servicio, ser amable, saludar y despedir a una persona en la oficina o por la calle! ¡Qué diferencia a cuando nos reciben con caras largas y malas crianzas, donde nadie sale bien parado y no mejora la vida para ninguna de las partes!

Seamos amables y amorosos siempre y en todo. Desde el que espera en la oficina de un médico, hasta el que atiende directamente a un cliente es importante para que el ambiente del servicio sea positivo. Y cuando todos esos elementos se dan, se es más productivo y feliz en su propio trabajo.

¡Qué bueno es recibir esa notita de un total desconocido que te dice: "la persona que me atendió por teléfono fue muy amable y me aclaró mis dudas, gracias", o "esperé más de una hora en la caja, pero los empleados se esmeraron por resolverme mi problema", o más impresionante aún "aunque no obtuve los resultados que buscaba, todos fueron muy serviciales y lo agradezco".

¿Estamos conscientes de que nuestro trabajo es una bendición porque nos permite servir a otros? ¿Nos podemos identificar con esos servidores de corazón que siempre tienen un saludo y una sonrisa aunque estén pasando por situaciones difíciles?

Despertemos a nuestro servidor interior y activemos nuestro motor de la amabilidad, de la dulzura, y de la eficiencia. Así repartiremos mucha paz y alegría, aun cuando no le podamos resolver la situación.

 

sábado, 12 de mayo de 2012

El regalo "de madre"

Sé que muchos estarán ocupados en sus compras de última hora para el Día de las Madres. Para ayudarles en la selección del mejor regalo les cuento mi odisea de todos los años...

- Mi amor, ¿Qué quieres que te regale para el Día de las Madres?

- Sabes que nunca quiero nada.

- Pero entonces, ¿Qué necesitas?

- No empecemos. Sabes que tampoco necesito nada, que lo que necesite, me lo compro y ya.

- Eres una malcriá y una malagradecida.

- ¡Pero, mi amor! ¿Por qué insistes en torturarte si todos los años es la misma discusión?

- ¡Es que quiero regalarte algo que te guste!

- Me gustan los chocolates, con la cherry y la cremita blanca...

- Noooooo, algo de verdad!

Y por ahí seguimos por días sin fin, hasta que llega el día y compra cualquier cosa y ya. En todos estos años no lo he logrado convencer de lo que es para mí el Día de las Madres.

Cuando era niña, este día era para agradecer a mami por los trabajos y sacrificios que pasaba por cuenta mía. Pero ahora que soy adulta, es para honrar la dedicación y el esmero que puso esa Santa mujer para formarnos en mujeres completas: trabajadoras, honradas, agradecidas y cristianas, entre otro montón de cualidades más.

Lo importante no es el regalo. Lo importante es que dedicaste tiempo y pensamiento en escogerle algo, o en hacerlo con tus propias manos, o en escribirlo. Tiempo que debe corresponder proporcionalmente al tiempo que separas para conversar con ella, contarle tus cosas, pedirle consejo y encomendarte a sus oraciones.

Pero, para mí, el regalo de Madres más maravilloso es ver cómo, a pesar de nuestros tropiezos e intentos fallidos por ser las madres más efectivas de toda de la galaxia ever, nuestros hijos alcanzan a ser mucho mejores de lo hubiéramos imaginado jamás.

Y ahí está. Esa es mi recomendación para que le regalen a sus madres en su día: actuar siempre dentro de los cánones del mejor ser humano que puedan ser, llenen de alegría y orgullo a sus madres, y cuando les pregunten ¿De quién tú eres?... Contesten...de MAMI.

 

miércoles, 2 de mayo de 2012

Mi postal de madre


Mami y Moi (soy la que está
envuelta como un pastel)

Se acerca el Día de las Madres y todos se acuerdan de ese ser especial que los trajo al mundo y los crió con el amor y el respeto que todos nos merecemos. Hacemos homenajes, compramos costosos regalos, y los coronamos con una tarjetita comprada con un mensaje genérico para una madre de cartón.
Pues yo no. Este año honraré a la madre que me parió con mi propia tarjeta especial.

Querida madre:

Como te he dicho en varias ocasiones, tengo muchas cosas qué reprocharte. Así que aquí te incluyo la lista que he recopilado por los pasados 40 años:

1. Nunca nos llevaste a Disni. No conocimos a Miki ni a Mini. En su lugar, nos llevabas a la playa todos los veranos, por unos días, con un montón de gente (vecinos y familiares), y la pasábamos pésimamente. Siempre estábamos cansadas porque nos aburríamos todo el día correteando y escondiéndonos en cualquier rincón posible. Si no, teníamos que ir a las canchas a jugar con niños a quienes tampoco llevaron a Disni, o jugar en la arena con otros tantos, o correr bicicleta, o caminar hasta la tiendita, o jugar en las maquinitas (sí señor, “Space Invaders” y “Gálaga”). ¡Qué infelices fuimos!

2. Tras de que pasábamos el día entero en la escuela, encima teníamos que ir a las actividades extracurriculares: torneos, “talent shows”, bailes, misas, pasadías, etc. No era porque nos ofreciéramos de voluntarias para TODO. ¡No te equivoques! Solo queríamos darte la oportunidad de socializar con otros padres.

3.  Todos los domingos…a misa. ¡Qué pesada! Pero nosotras fuimos más listas. Para librarnos de esta tortura decidimos coger misa a una hora muy inconveniente para ti (6 pm), nos metimos en el grupo de jóvenes y, ¡pa’ chavar! también nos metimos en el Círculo de Oración.

4.  Pudiendo haberme quedado en casa durmiendo, como todos los de mi edad; había que visitar a los abuelos por lo menos una vez a la semana. ¡Qué mal la pasábamos! Papi Ange, Mami Aida, Mama Chala, y la demás parentela (que no voy a mencionar porque están todos vivos) contando historias de su niñez y juventud, cuando brincaban verjas en pijamas de bata y le declaraban el amor a su novia por una ventana entreabierta. No me acuerdo de ningún cuento de esos y en nada han contribuido a mi gusto por la literatura.

En fin, tengo funestas memorias de mi niñez: viajes por la isla con el caldero de arroz y paradas en la carretera; carreras en yaguas y cuando no había yagua, a mahón pela’o; días de playa, visitas a familiares cercanos y lejanos, abuelos postizos, Promesas de Reyes…todas como para hacer rico a un siquiatra.

¡Qué más te puedo decir! Gracias mami, porque no nos diste lo que todos tenían, sino justo lo que necesitábamos para ser mujeres íntegras física, espiritual y moralmente. Sabes que te amo con la vida, en esta y en la próxima.

Volverán, volverán, volverán. Las oscuras golondrinas volverán, mas aquellas que aprendieron nuestros nombres, partirán, partirán, partirán.

Y no se pierdan porque esta madre, como todos los superhéroes, no actuaba sola, sino que contaba con el apoyo… del peor padre…