miércoles, 19 de septiembre de 2012

Modelos en la calle

De nuevo me topé con un tremendo tapón a las 7 de la mañana provocado por dos chicas en panties y brasier. Montadas en tacos de 6 pulgadas "modelaban" rótulos de un periódico en una concurrida intersección mientras sus admiradores reducían la velocidad para admirar su "trabajo".

¿Y por qué no llegó la Policía a arrestarlas? Tengo varios posibles cargos: estorbo público, exposiciones deshonestas, obstrucción en la vía de rodaje, alteración a la paz, pendejez agravada, autoestima en decadencia, pelambrera desesperada. Tampoco vi allí a las grandes defensoras de los derechos de las mujeres, porque explotación sí debe haber un poquito.

Antes de que el coraje se apodere de mí por la congestión vehicular o la estupidez de la gente que reduce la velocidad, me sobrecogen la pena y la indignación por esas muchachas. Semidesnudas aguantan el frío de la mañana, las emisiones de los carros y, peor aún, las emisiones de los que les pasan por su lado y les regalan lo "mejor" del gran repertorio de piropos boricuas; o les lanzan miradas lascivas, o simplemente se burlan de ellas. ¡No quiero imaginar si tratan también de tocarlas!

Habrá quien diga que son modelos y sus fotos provocativas se publican en el bendito periódico que para eso les paga. Pero yo digo que las modelos pertenecen a la televisión, las revistas y las pasarelas. Las sesiones fotográficas de las modelos no son abiertas al público. Su obra se admira cuando ya es un producto final. Por ello, el que quiere de verdad admirarlas espera al producto final.

También habrá quien diga la clásica "más se ve en la playa". Pues quien quiera verlas, que se ponga sus gafas oscuras, agarre su sillita y se vaya a la playa.

Cada cosa en su lugar.

No le veo justificación alguna sobre la faz de la Tierra a que las modelos tengan que exhibirse de esta forma para promocionar un periódico. Me parece una movida baja y explotadora por parte de la entidad. Los más culpables son los que manipulan a estas chicas para hacerles creer que las hacen famosas o le amplían su portfolio profesional.

Tampoco pienso que estas chicas sean ignorantes, pero desenfocadas sí que lo están. Una debe conocer y defender los valores propios y en ello adquiere relevancia lo que una representa cuando se desempeña en su trabajo o en sus hobbies. ¡Hay que darse su lugar!

No promuevan estas prácticas. Enseñémosle a nuestras presentes y futuras generaciones sobre el valor, la estima, y el respeto que nos permiten progresar socialmente.


Mira qué linda salgo en el periódico.