con sencillez y la elegancia déjasela al sastre.”
Albert Einstein
¿Has enviado un email a alguien ofreciendo lo que pensabas que era alguna información simple e inofensiva y te contesta con un arranque de furia porque resulta que le has ofendido con tu mensaje? ¿Has dialogado con la maestra de tu hijo y le haces ver, a tu entender, que te agrada que los maestros sean exigentes y la maestra piensa que debe entonces ablandarse un poco? ¿Le has explicado al mesero que eres vegetariana y te recomienda entonces que pruebes el cordero asado? ¿Has entendido alguna de las plataformas de los partidos para las próximas elecciones? ¿Tu médico te ha explicado que lo que tienes es un catarro, y has entendido que tienes una infección crónica en el sistema respiratorio que te puede provocar la muerte?
Una vez leí en un rotativo que el nivel promedio de comprensión del puertorriqueño es de sexto grado. Me dejó muy impresionada y hasta dudé que fuera cierto. Han transcurrido unos cuantos años desde entonces y mi estudio constante en la UCM (Universidad Central de Macondo) me ha demostrado que todavía sigue vigente aquella vieja noticia.
¡No es que unos sean brutos y otros inteligentes! Es que para entendernos tenemos que llevar nuestro nivel de comunicación al lugar común en el que todos compartimos conocimientos. No hay nada más complicado que escuchar una conversación entre un abogado y un ingeniero, parecen dos idiomas totalmente distintos. Uno habla en conceptos, y el otro, en concreto.
Trabajar con público, más el contacto diario con chicos en estas edades, me hacen ver aún más claro el hecho del cual les hablo. Trata de explicarles una dirección a una persona muy mayor y a un niño de 11 años, verás que la entienden de la misma manera. Estamos tan acostumbrados a dialogar con personas de nuestro mismo bagaje que se nos hace difícil comunicarnos con personas fuera de nuestro entorno. ¡Y a veces hasta las mismas personas de nuestra cotidianidad no nos entienden!
Volvamos a sexto grado con Mr. Pardo;-)
1. Premisas básicas
2. oraciones simples con sujeto, verbo y predicado
3. un asunto por párrafo
4. evita los adjetivos y los adverbios (nada que adorne el mensaje principal)
5. uso de lógica
6. y, sobre todo, lenguaje sencillo, claro y preciso
No nos compliquemos a la hora de hacernos entender. Mientras más vueltas tiene el mismo asunto, más rápido se aburre la gente esperando que se diga algo distinto. Mientras más elevado sea el mensaje, a menos gente le llegará.
No es eso lo que decia don Anibal algun incordio en la clase de geometria?
ResponderEliminarjajaja, Marlena no puedo contestarte porque esa clase la dormí todos los días del año!!!
EliminarNo es que no entiendes, es que no sabes.
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