El amor se sirve en bandeja de plata y con la mirada puesta en el prójimo. |
Mi buen amigo Teófilo me reveló hace unos días
que están en trámites de adopción de un chiquillo. Me quedé sin palabras (sí,
sé que es algo insólito…que me quede sin palabras). Mi mudez no fue porque la
idea de empezar a criar de nuevo a los cuarentitantos años me pareciera
descabellada; tampoco porque imaginé la gran inversión económica que ese acto conlleva; ni mucho menos porque
los considerara incapaces de tal hazaña (que repiten, porque no es la primera
vez). Perdí la voz porque, al darme la noticia, no cabía en su rostro más
alegría, incertidumbre, y amor. Exactamente la misma mezcla agridulce que se
siente cuando una se sabe embarazada.
Conocemos a Teo y a su familia desde hace unos
cuantos años. Los hemos visto en las alegrías y en las penas, y siempre me
sorprende cómo se crecen en las penas. No conozco a una familia tan golpeada
por la desgracia como la de mi amigo; pero tampoco conozco a una familia tan
llena de gozo de Dios. Siempre una sonrisa, un consuelo, un agradecimiento por
las bendiciones recibidas. Y luego… se multiplica exponencialmente el amor que
emanan. Cuando se tienen tantas ganas de amar, es necesario buscar en quién
desbordarnos, y allí sembrar la semilla del amor incondicional. Unos
lo hacen mediante obras de caridad, otros prefieren a los animales; pero para
mi amigo Teo, la adopción fue el paso lógico a seguir.
En ocasiones nos sentimos que el amor apenas
nos alcanza para los nuestros, y despotricamos contra otros ante la menor
provocación. Por eso es importante vivir dentro de una relación saludable, que
promueva el crecimiento espiritual, que fluya ante la adversidad, y que abone
esa semillita que sembraron en nosotros alguna vez. Para los que pertenecemos a
alguna iglesia, es imprescindible que renovemos nuestra fe con frecuencia,
visitando a Nuestro Señor y recibiéndole en nuestra vida.
Así que, gracias Teo, porque siempre miro
hacia ti cuando pienso en cómo quiero ser cuando sea grande ;-) Los quiero mucho y les deseo éxito en esta nueva
empresa de amor.
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